El cofre de nadie es la novela de Chiki Fabregat ganadora de este año del Premio SM Gran Angular. Una historia de familia, de raíces, de confianza y de vida. O más bien de muchas vidas: la pasada, la presente y toda la vida que le queda por delante a la protagonista.
La novela nos habla de Nadia, una chica adolescente, que vive con su padre, un médico que la adoptó en Kenia. Viven felices, se entienden, se llevan bien…pero todo eso se tambalea cuando Nadia tiene que pasar unos días a solas con Érika, la hija de Rut que es la novia del padre de Nadia.
Dos personas una vida.
Nadia y Érika son absolutamente diferentes: una es negra, la otra de ascendencia nórdica; La primera es tranquila y casera mientras que a Érika le encanta salir y organizar fiestas; Nadia es poco sociable, solo tiene un buen amigo, mientras que Érika tiene muchos amigos y conocidos. No les va a quedar más remedio que entenderse y convivir durante esos días que sus padres han salido de viaje y va a ser, precisamente, en una fiesta organizada por Érika en la que todo comience a cambiar.
Un cofre de vida
Lo único que conserva Nadia de sus orígenes en Kenia y de su familia biológica es un cofre que contiene algunos objetos. Ese cofre, sin ella pretenderlo, se va a convertir en el centro de su vida y en un viaje hacia la búsqueda de sus raíces, de su nacimiento, de su adopción. Una búsqueda de la verdad.
Pero este no es el único viaje que va a hacer Nadia. Porque en este tránsito la van a acompañar Érika, Hugo (su mejor amigo), Rut (la novia de su padre) y su padre, además de otros personajes que irán apareciendo en el camino.
Esto va a crear entre ellos lazos y relaciones inesperados, cambios, búsquedas, revelaciones, desconfianzas y un sinfín de circunstancias que van a transformar a Nadia para siempre.
«Nadia niega con la cabeza. Espera unos segundos sin moverse, sin hablar; pero no parece que Érika haya entendido la invitación a marcharse, así que suspira y abre la tapa con cuidado, como si fuese de papel o de un cristal finísimo, o de un material que no sea descubierto aún y que se rompe solo con pensar que exista.
Saca el muñeco de palos y lo deja sobre la cama.
—No has jugado mucho con él, ¿verdad? —dice Érika
Nadia traga saliva. Es un error. Érika no puede entender lo que esas piezas significan. O lo que deberían significar. Y no se conocen tanto como para explicárselo.
—No es como una Barbie que pueda reponer si se rompe —dice
—Perdona
Por segunda vez, Érika se disculpa por algo que no ha hecho.
Nadia le enseña el trozo de tela tejido con hilos de colores y el burruñito de lana que siempre manosea Hugo.
—¿Y ya? ¿No hay nada después de Kenia? ¿Dieciséis años y no hay nada importante en tu vida?».
La magia de Chiki Fabregat.
Y una vez más Chiki lo ha vuelto a hacer. Esa magia que solo ella consigue con su narración que te lleva a pasar páginas si parar. Con esa sencillez que a ella le caracteriza y esa precisión en sus palabras, en sus diálogos, en los gestos de los personajes, en los silencios…Una novela llena de vida, de personas muy diferentes entre sí, de familia, de vínculos. De confianza. Porque la confianza en esta novela es muy importante. Un hilo frágil que, si se rompe, amenaza con deshilarlo todo.
Este libro, El cofre de Nadie, es un cofre de vida en sí mismo.
Ya te había hablado antes de esta escritora en la reseña de Cuando la luna llora que puedes leer aquí, así que espero que desde entonces te hayas decidido a conocerla y leerla. Y si no, esta novela de premio es un buen momento para hacerlo.
¿Conocías a Chiki Fabregat? ¿La has leído?
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Abrazos de vida.
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