El estanque de los patos pobres es una novela infantil de Fina Casalderrey que maravilla por su manera de tratar el tema de la muerte con una naturalidad pasmosa. El libro se publicó originalmente en 1996 y se llevó el Premio Edebé de literatura infantil.
La novela nos cuenta la historia de Noema una niña que vive con sus padres, su abuelo y su hermano recién nacido. Noema pasa mucho tiempo con su abuelo, con quien tiene una relación cómplice y mágica. Su abuelo, como dice ella, es un sabio. Pero el abuelo está mayor y tanto él como su familia saben que más pronto que tarde se morirá. Los adultos que rodean a Noema intentan protegerla de esta realidad y, como es lógico, se muestran muy tristes. Pero Noema aunque es testigo de todo esto, no es consciente de la manera en que lo son ellos de lo que esto significa realmente. Y he aquí la maravilla de esta historia, de esta niña, de este abuelo y de la relación que los une. Ella, como niña, siente curiosidad por eso de la muerte y aunque no alcanza a comprender la dimensión y las implicaciones de esa palabra, habla de ello con su abuelo de forma muy espontánea y natural. Y su abuelo, que como he dicho es muy sabio y adora a su nieta, no solo no tiene ningún inconveniente en hablar de esto con ella, sino que decide tratarlo con humor, a través del juego y con optimismo, como algo que forma parte de la vida.
La novela es fantástica por varias razones, pero especialmente por la voz de la niña. Diría que es una de las mejores voces de niña que he leído hasta ahora en la literatura infantil. También por sus ocurrencias y su forma de contarlas: tan de niña, tan de la infancia, tan de verdad. Y su forma de entender y de afrontar la muerte, convirtiéndose en todo un ejemplo en medio de ese mundo adulto que intenta ocultar sus emociones y sentimientos. Es un libro que, aunque te cuenta algo triste, te hace reír. Este libro fue una recomendación y no pudo llegar en mejor momento.
«Yo sé cómo hay que colocarse para morir. Lo vi en algunas películas de la tele, y no pasa nada. Solamente hay que estar acostada, cerrar los ojos y dejar que te pongan una mano encima de la otra. Hay que estar muy callada. No te puede dar la risa ni nada. Tampoco hay que tener miedo porque no duele. Solamente hay que aprenderlo para saber morirse cuando seas mayor.
Aquellos días estuvimos haciendo prácticas para que el abuelo aprendiese, y lo pasamos muy bien. Algunas veces nos reíamos tanto que hasta nos dolía la tripa».
Fina Casalderrey es una escritora gallega que ha ejercido como maestra desde los diecinueve años. En sus inicios como profesora, comenzó a adaptar cuentos populares que luego representaba con sus alumnos. Luego llegaron piezas de creación propia y desde entonces un montón de títulos de literatura infantil. Y así durante los cuarenta años que estuvo como maestra.
Ha recibido numerosos premios y no solo ha escrito libros, también artículos en diarios y estudios etnográficos que le han deparado algunos galardones. Te dejó aquí el enlace a su web. La página de su biografía no tiene desperdicio, sobre todo la que escribe ella misma.
Te animo a leer esta novela porque es una delicia, de verdad.
Y como siempre, si te apetece, puedes dejarme un comentario y suscribirte a la página para recibir una notificación cada vez que haya nueva reseña y un boletín con contenido extra una vez al mes.
Y con esto y un caramelo a leer con el abuelo.
¿Te suscribes?
[mc4wp_form id=»2139″]