El libro de los Guarripios es un poemario infantil del autor Arnold Lobel que nos presenta a un montón de cerdos en situaciones sorprendentes.
Cerdos y rimas
Un cerdo viejo que escribía, otro que gozaba al cazar mariposas; un cerdito de Motril que se hizo a la mar en barril, un cochino en Sorrento con más prisa siempre que el viento… en este libro, el conocido autor de libros infantiles, Arnold Lobel, nos hace un recorrido por distintas ciudades y situaciones con un nexo en común: todas están protagonizadas por cerdos. Treinta y ocho pequeños poemas que te llevarán a la risa y a situaciones de lo más surrealistas.
Poemas de cerdos
Los poemas de este libro, además de divertidos, son muy breves, con solo cinco versos, siguiendo la estructura del Limerick anglosajón. Poemas cortos, con estructura AABBA, generalmente chistosos o absurdos que presentan la hazaña o característica de algún personaje.
«Cerdita, que empalidecía,
Se echó a una sartén un buen día.
El sol y el calor
Le dieron color
Y está en la sartén todavía».
«Tenía una cerda marquesa
Cojera muy grave en su mesa.
Como es una lata,
Colocó de pata
al niño de doña Teresa».
«Lloraba un cerdito en Riaño
En cuanto le daban un baño.
Mamá, ¿es que no viste
—decía muy triste—
¿Que ya me bañé el otro año…?».
Risas muy cerdas
El libro de los Guarripios es un libro para pasárselo en grande. Los niños se partirán de la risa con las mini historias de estos cerdos tan peculiares. Como curiosidad, te cuento que el primer y último poema están protagonizados por un cerdo que representa al propio Lobel, autor de este libro. Las ilustraciones, suyas también, acompañan y complementan todas estas pequeñas y locas historias.
Y no quiero terminar esta reseña sin destacar la maravillosa labor de traducción de Miguel Azaola. Ya te hablé de él en otra ocasión, pues fue también el traductor de Cuentos en verso para niños perversos de Roald Dahl. Y es que no es fácil traducir poemas manteniendo su esencia, su ritmo y su musicalidad. Y Azaola hace una labor extraordinaria y, por supuesto, digna de mención.
Arnold Lobel
Empezó trabajando en publicidad y luego se dedicó a ilustrar historias escritas por otros autores. En 1962 apareció su primer libro A zoo for Mister Muster al que siguieron muchos más. Es el creador de Sapo y Sepo dos de los personajes más conocidos y entrañables de la LIJ. Ha recibido numerosos premios y reconocimientos durante toda su trayectoria como escritor e ilustrador.
¿Conocías a este autor? ¿Qué libros suyos has leído?
Puedes escribirme lo que quieras en comentarios y te recuerdo que, si te suscribes, recibirás una vez al mes un boletín con contenido extra sobre los autores y libros reseñados.
Abrazos guarripios
¿Te suscribes?
[mc4wp_form id=»2139″]