Querido Monstruo es un libro de Lluís Prats publicado por La Galera y galardonado con el premio Folch i Torres 2019 de literatura infantil. El mes pasado os recomendé leer Invisible de Eloy Moreno sin querer desvelar mucho del tema. Los que lo hayáis leído, ya sabéis de qué va y os diré que esta historia se acerca al mismo tema pero de una manera diferente y también quizá, menos cruda, más accesible para un público más infantil.
Querido Monstruo es un libro cargado de dulzura, amistad y respeto. De personas que aprenden a definirse y aceptarse, a ser felices a pesar de todo.
Lluís Prat nos cuenta la historia de Abel, un niño tartamudo al que tres compañeros de colegio no dejan en paz; le siguen tras las clases, le pegan, le sacan las cosas de la mochila y destrozan todo lo que encuentran a su paso. Además, se ríen de su tartamudez. Abel no se atreve a enfrentarse a ellos y eso que Olga, su única y guerrera amiga, no hace más que animarle. Un día, estos tres abusones cuelan su balón de fútbol nuevo en un viejo caserón sobre el que corre la leyenda de que allí vive un monstruo “comeniños”.
Aunque Abel no se muestre muy valiente para enfrentarse a sus enemigos, no se lo piensa mucho antes de entrar en el viejo caserón a recuperar su pelota. Algo allí le llama mucho la atención. Entonces descubrirá al monstruo, que resulta no ser un monstruo, sino una persona. Una persona con unas cuantas deformidades físicas causadas por una rara enfermedad.
El niño se queda muy impactado con lo que ha visto, pero sobre todo sorprendido con que el monstruo no le haya comido.
Su madre le explica que en esa casa no vive ningún monstruo, sino una persona enferma.
Abel, empujado por la curiosidad, se anima a ir allí otro día. Y ve al monstruo más de cerca. Y se conocen. El monstruo que no es un monstruo, sino una persona, se llama Gabriel Invierno y lleva enfermo desde niño. Su enfermedad hace que ciertos órganos y extremidades le crezcan más de lo normal. Por eso tiene ese aspecto tan extraño. Al niño le llama la atención el aspecto de su nuevo amigo, pero no le molesta en absoluto. Enseguida congenian. Gabriel tiene treinta seis años y es una amante de la poesía y le propone al niño ayudarle con sus deberes y su tartamudez. Abel acepta encantado y acude a su casa todas las tardes. Allí se forjará una bonita amistad envuelta en pelis de Star Wars, nubes y poemas.
“A Gabriel el corazón no le cabía dentro del pecho y además el suyo era de oro y no era fácil encontrar un corazón de aquellas características”
Voy a contar hasta aquí para no desvelar más cosas, pero todos sabemos que la vida no es de color chicle y que los amigos a veces se enfadan. Ahí lo dejo.
Querido Monstruo está ilustrado por Laia Pampols, una diseñadora gráfica e ilustradora que desde hace años realiza ilustraciones para editoriales. Sus dibujos son una maravilla, te recomiendo visitar su web que es fantasía pura.
Esta historia, además de por su ternura, me ha llegado especialmente por algunos detalles, sobre todo por las referencias cinematográficas a películas de los ochenta que marcaron mi infancia. Gabriel, el monstruo que no es monstruo, es muy fan de La princesa prometida y ahí Lluís Prats me ha llegado al corazón, porque también era una de mis películas favoritas de niña. Además, tal y como lo describe el autor y lo dibuja Laia Pampols, Gabriel me recuerda mucho al entrañable Sloth de Los Goonies. Un personaje marginado, pero con un corazón tremendo que consigue ganarse la amistad de un niño que también sufre burlas, en este caso por su peso. Y qué quieres que te diga, igual los niños de hoy en día no saben qué películas son estas (aunque en el libro Gabriel hace una sinopsis perfecta de la primera) pero a mí como adulta me ha encantado encontrarlas en estas páginas.
“…En la estantería del comedor estaba La Princesa Prometida, la del póster de Fezzik e Íñigo Montoya, y le propuse que la pusiéramos.
—¿No la has visto? —me preguntó
—No.
—Es mi película favorita.
—¿Y de qué va? —le pregunté mientras ponía la vieja cinta de VHS dentro del aparato polvoriento.”
Es un libro tierno, bonito, un tesoro. Y con un edición en tapa dura muy cuidada.
De Lluís Prats te cuento que estudió Historia del arte y arqueología y que durante muchos años se dedicó a la investigación y a la docencia. Ha escrito ensayo, libros de arte, novelas históricas y bastantes novelas infantiles y juveniles, entre ellas, el éxito mundial Hachiko. El perro que esperaba.
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Y con esto y una hormiga a leer bocarriba.
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