Rosita Quer y el misterio de la dentadura postiza es un divertidísimo libro de Sara Sánchez García que nos lleva a una residencia de ancianos y que demuestra que la edad no está reñida con las ganas; con las ganas de pasarlo bien, de reír, de pintar, de hacer nuevos amigos y de resolver misterios.
La dentadura ausente
Sandalia Pérez ha perdido su dentadura y esto es un drama, como te puedes imaginar. Además de que casi no se le entiende al hablar, la pobre mujer tiene que conformarse con comer purés y toda clase de comida machacada. Una faena. Este hecho, que parece de poca importancia, va a remover las vidas de todos los residentes y trabajadores de la residencia El Forestal. Especialmente la de Rosita Quer, una de las mujeres que vive allí.
Rosita es una mujer elegante, curiosa y con mucha empatía. No quiere quedarse de brazos cruzados ante el drama que está viviendo su amiga Sandalia sin su dentadura. Pero hay más. Porque Sandalia asegura por activa y por pasiva que ella dejó su dentadura donde siempre la dejaba todas las noches. Y aunque todos asumen que la habrá perdido en algún despiste, Rosita cree a su amiga y piensa llegar al fondo del asunto. Alguien le ha robado la dentadura a Sandalia y no va a parar hasta descubrir quién y por qué.
Dos detectives y un misterio
Rosita se pone manos a la obra y comienza una investigación. Quiere que sea alto secreto, no vayan a pensar que ha perdido la cabeza, y para ello cuenta con la única ayuda de su nieta Nora, que está encantada con los tejemanejes de su abuela y de la residencia. Tener a Nora como aliada supone una gran ventaja, ya que la chica se maneja estupendamente con las nuevas tecnologías que a Rosita se le resisten. Sin embargo, va a aparecer un ayudante inesperado: Juan Pepe Bigotes, otro de los residentes.
Bigotes tiene sus motivos para querer encontrar la dentadura así que Rosita le acepta como compañero detectivesco en ese complicado caso. A partir de aquí, Rosita y Bigotes van a comenzar su andadura indagando en la vida de los ancianos y de los trabajadores de la residencia. Descubrirán cosas inesperadas y formarán un tándem divertido y muy compenetrado.
«A la mañana siguiente, Bigotes y Rosita se apresuraron a comunicárselo a su compañera desdentada; se saltaron la tabla de gimnasia y aprovecharon que el jardín a esas horas estaba vacío para reunirse con Sandalia.
La anciana los aguardaba en su silla de ruedas al fondo de la zona arbolada, aspirando el olor de las rosas que lucían esplendorosas gracias a los cuidados de Benito, el jardinero.
Rosita ya había informado a su amiga de que Juan Pepe Bigotes le estaba ayudando a encontrar los dientes. A Sandalia esto le había sorprendido porque nunca había tenido mucho trato con ese hombre; ni en su juventud, pues ambos eran naturales de Villaviciosa de Odón, ni de adultos. Admitía que, sin conocerlo más que de vista, le parecía algo estirado. Además, sabía que a su marido, Emilio Dorati, que también conocía a Bigotes desde la niñez, no le haría gracia que trabara amistad con él ni con ningún hombre en la residencia. Siempre había sido un poco celoso. Pero la verdad era que cada día le resultaba más indiferente la opinión de su marido, en vista de que parecía no importarle que ella siguiera sin poder masticar».
A lo largo de la historia, vamos a ir conociendo a una buena ristra de personajes, todos, a priori, sospechosos del robo y en cuyas vidas van a inmiscuirse Rosita y Juan Pepe. Esto dará lugar a situaciones desternillantes, pistas falsas, revelaciones inesperadas y unas cuantas sorpresas.
Rosita Quer y el misterio de la dentadura postiza es una novela corta que se lee muy rápido. Es divertida y está llena de acción y sospechas. Me ha gustado mucho, además de por el rato divertido que he pasado, por lo entrañables que son sus personajes, porque transcurre en una residencia y porque todos sus protagonistas son gente mayor. No había leído ninguna novela que tuviera como escenario una residencia de ancianos, como protagonistas absolutos a sus residentes y como trama las complicaciones y misterios que allí pueden suceder. La autora ha creado unos personajes fuertes, especiales y con mucha vida. Porque hacerse viejo no significa hacerse aburrido. Ni perder el interés por las cosas. Ni que la amistad deje de ser importante.
Sara Sánchez García es una autora de Villaviciosa de Odón, un pueblo de Madrid, y esta es su primera novela. Ha trabajado durante muchos años en una residencia para mayores y no pudo encontrar mejor inspiración. Yo suelo ir a una librería que hay allí y su dueño me recomendó a esta autora. La verdad, acertó de pleno porque me lo he pasado genial con su historia. Así que yo quiero hacer lo mismo que él y recomendártela a ti y que Sara Sánchez García llegue a mucha gente, porque como dice ella, esta novela es para gente de entre 9 y 109. Te dejo aquí una entrevista que le hicieron con motivo del lanzamiento de la obra.
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Y con esto y una oruga a leer sin dentadura
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