Barro de Medellín es una novela infantil de Alfredo Gómez Cerdá ganadora del premio Ala Delta de Literatura Infantil y del Premio Nacional de Literatura Infantil y Juvenil. Una historia de dos amigos que piensan en su futuro de manera diferente y cuyas vidas van a tomar un nuevo rumbo al conocer a Mar, una bibliotecaria.
Una banda de ladrones
Camilo y Andrés son amigos. Viven en un barrio en Medellín donde las casas son humildes y el barro lo encharca todo cada vez que llueve. La casa de Camilo está hecha con ladrillos que robaba cuando la nueva biblioteca estaba en construcción. Unos ladrillos robustos, elegantes y caros. Para que nadie descubra que esos ladrillos son robados, tiene que cubrir su casa con barro, barro que se levanta y escurre con cada tormenta. Barro que tiene que reponer para no delatar su robo. Camilo lo tiene claro, él de mayor quiere ser ladrón y montar una banda de ladrones con su amigo Andrés. Pero Andrés no quiere ser ladrón. Conoce bien las consecuencias, ya que su padre ha estado en la cárcel por robar.
Por una botella de aguardiente
El padre de Camilo pasa los días sentado en un sofá bebiendo aguardiente, mientras su madre sale a trabajar y cuida del bebé. Camilo es quien debe procurarle el aguardiente a su padre, pero no siempre hay dinero para ese gasto, así que, bajo la amenaza de ser golpeado, tiene que buscarse la vida para conseguirlo. Con su inseparable amigo, recorre las calles del barrio, arriba y abajo, mientras hablan de la vida, del metrocable y de sus planes de futuro.
La biblioteca
Hace poco se inauguró la nueva biblioteca. La misma biblioteca de la que Camilo robó los ladrillos para su casa. Andrés quiere entrar en el edificio, pero Camilo tiene miedo, por si los guardias de seguridad le reconocen. Al final, logra convencerlo con la excusa de comparar su piel, suave y exfoliada por el barro de Medellín, con la de las chicas que estudian allí. Camilo va sin mucho convencimiento, pero encontrará la motivación perfecta para acudir a ese lugar: los libros. Y no porque quiera leerlos, sino porque ve una oportunidad de negocio. Si roba libros y los vende, conseguirá el dinero para el aguardiente de su padre. Y si su padre tiene aguardiente, su familia está tranquila.
Mar
En la biblioteca Camilo y Andrés conocen a Mar, la bibliotecaria. Una mujer dulce y encantadora que intenta convencer a los niños para que se hagan un carné y así poder sacar todos los libros que quieran. Pero los planes de los niños son bien diferentes. Sin embargo, será Mar y su empatía con estos dos chavales lo que les hará comprender que hay otra forma de hacer las cosas.
«Hacía tiempo que no podían vivir el uno sin el otro; se habían convertido en inseparables, y sentían que su amistad era más fuerte que otros vínculos, incluidos los familiares. Así lo habían reconocido ellos mismos de manera ingenua en muchas ocasiones. Por lo general, no quedaban para hacer algo en concreto, sino para estar juntos, simplemente. Y estar juntos les bastaba, pues eso era mejor que cualquier juego o cualquier aventura».
Barro de Medellín, Alfredo Gómez Cerdá
Barro de Medellín
Me apasionan las historias que con su sencillez logran meterte en la piel de los personajes y conmoverte. Mientras leía esta novela, he pisado el barro que pisaban Camilo y Andrés. Me he manchado las manos y he sentido el agua fría de la fuente. He visto los atardeceres y cómo se formaba la tormenta. He subido, he bajado y he vuelto a subir. Una historia de amistad, de emoción y de búsqueda que te reboza por el barro para dejarte la piel más suave y un poso de esperanza.
Si te gusta escribir
Hay lugares que se convierten en un personaje más de la historia. Es lo que ocurre con este barrio en el que viven los protagonistas. Un barrio que les acompaña, que llevan dentro, que es testigo de su camino hacia la madurez. Alfredo Gómez Cerda, con sus descripciones, perfectamente intercaladas en la acción del libro, y con su ambientación, consigue que veamos ese barrio de Medellín y que paseemos con los personajes. No solo eso, es que ese es también nuestro barrio y, como ellos, sentimos ese lazo con el lugar que los ha visto nacer, crecer y plantearse su futuro.
Si te apetece leer otras reseñas de este autor, te dejo aquí mi recomendación de Ninfa Rota. Y si quieres conocer otras novelas que también fueron galardonadas con el Premio Nacional de Literatura Infantil y Juvenil, te dejo las reseñas de El Efecto Frankenstein, de Elia Barceló; Un hilo me liga a vos, de Beatriz Giménez de Ory y La rama seca del cerezo, de Rafael Salmerón.
Por otro lado, aprovecho para decirte que estos días se están votando los libros nominados a los Premios Hache 2023, una fantástica iniciativa de animación lectora para adolescentes. Los tres autores juveniles nominados al premio Hache son Pedro Ramos con su libro Héroes, Chiki Fabregat con El Cofre de Nadie y Daniel Hernández Chambers con Departamento de Asuntos Mágicos.
Abrazos de barro