Maíto Panduro es un libro de Gonzalo Moure que nos cuenta la historia de un niño gitano cuyo padre está en la cárcel. Gracias a unos dibujos y la ayuda de su profesora, podrá comunicarse con él y mantener los lazos que los unen.
Maíto y Susana
Maíto vive en un barrio de chabolas de Seseña. Es el tercero de siete hermanos. Acude al colegio porque allí le dan de comer. Pero Maíto es un niño muy despierto e inteligente y le gusta mucho ir a clase. Sobre todo le gusta Susana, su maestra, una paya que no solo les enseña, sino que también los cuida: los lava, les quita los piojos (chugales) y los trata con cariño y devoción.
El padre de Maíto, apodado Panduro como su hijo, está en la cárcel y eso tiene al niño muy triste y preocupado. La profesora se da cuenta y hace lo posible por enterarse en qué cárcel está su padre para que el niño pueda mandarle cartas.
Maíto y Panduro
Como Panduro, el padre, no sabe leer, Maíto (o Pantito como le llama cariñosamente su padre) le hace dibujos. Dibujos a los que el padre responde con otros. De esta manera, con la ayuda de Susana, padre e hijo pueden comunicarse. El niño sueña con el día en que su padre salga de la cárcel y puedan irse a vivir a Pacillano, un pueblo en la montaña, lleno de vacas y toros donde viven su tío Radamés y sus primas Esperanza y Palante, a la que le encanta montar a caballo. Maíto fantasea con esa vida y esa prima a la que imagina siempre subida en su corcel.
Maíto y la realidad
Pero la realidad es que al padre de Maíto le falta mucho para salir de la cárcel y ese sueño de reencontrarse con Panduro e irse con toda su familia a Pacillano cada vez se aleja más y más.
«A Maíto le gustaba que susana le mirara. Y que le cuidara. Maíto nunca se lo había dicho a sus hermanos ni a su madre; ni tampoco a sus amigos de Seseña la Cueva, el barrio de las chabolas: iba cada día de su barrio al colegio de Seseña guiado por la idea de la comida y, sobre todo, por el recuerdo de Susana, su maestra. La maestra.
Pues sí, le gustaba que le cuidara, que le mirara. Le gustaban sus manos tan frescas y sus dedos tan finos, sus venas azules, su bata blanca, sus ojos grandes de gorrión miope. Su voz, que tenía un gusto a sur que nadie más que Maíto había notado. Para él, la voz de Susana sabía a sur y a mañana. Además, Susana compartía el secreto de Maíto…».
Maíto Panduro
Maíto Panduro es un libro que rebosa ternura y humanidad. La magnífica relación entre una maestra y su alumno más especial; el amor de un padre y un hijo; la crudeza de una realidad. Lo bonito que puede ser el mundo si ampliamos nuestra mirada y conseguimos hacer la vida un poco más sencilla a aquellos que no lo tienen tan fácil. Esta bella historia fue galardonada con el XII Premio Ala Delta de literatura infantil de la editorial Edelvives.
Gonzalo Moure
Gonzalo Moure no escribe, escrivive, y lo explica muy bien en su libro Por qué llora la maestra. Y eso se nota en su capacidad de contar historias que emocionan; historias humanas que provocan preguntas y llegan al corazón. Con un gran compromiso social, además de escribir, imparte charlas en colegios, bibliotecas, institutos y clubes de lectura. De orejas y sentidos bien atentos, se enriquece de todas sus relaciones humanas y, con una gran humildad, aprende de todo lo que le rodea. Ha recibido los más prestigiosos premios de literatura infantil y juvenil como El Barco de Vapor, el Gran Angular y el Cervantes Chico.
Te dejo aquí, por si no la leíste, la reseña de Esta, la vida, novela que escribió con su gran amiga y escritora Mónica Rodríguez. Una historia diferente en la que los autores se meten en la piel de una hembra de leopardo y un impala.
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